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Uno de los temas que ha de ser de más importancia para nuestro país es la educación, pero este es uno de los sectores que aunque se dice tener la más alta inversión es de los más débiles del país.
Según el presupuesto nacional este sector recibe al año 47, 3 billones de pesos para la implementación de recursos en cada uno de los lugares de Colombia, donde se lleve a cabo la educación, pero es necesario hacernos una pregunta ¿se están administrando estos recursos adecuadamente y equilibradamente para que todos los colombianos tengan una buena educación?
Son muchas las escuelas, colegios y universidades que no cuentan hoy en día con un lugar apto para la superación de muchos niños y adolescentes, uno de los puntos en los cuales podemos ver el déficit de la educación es en la Guajira, Chocó y zonas del Catatumbo, en estos lugares no se ve la inversión de la cantidad de billones destinados a la educación, se evidencian infraestructuras poco funcionales, pocos materiales de las nuevas tecnologías y ni hablar de las ayudas alimentarias, son de la más baja calidad y muchas veces de una dudosa procedencia.
Para completar este es el sector que más afectado se ha visto por temporada de pandemia, pues la virtualidad no es algo a lo que todos los colombianos puedan tener alcance de la mejor manera, son muchos los niños y adolescentes que actualmente se están intentando volver a los colegios para iniciar “la nueva normalidad” que se quedó en aquel marzo del 2020 cuando inició esta crisis, dejando el sistema congelado, a los niños en sus casas recibiendo hojas y hojas sin entender y a los padres en una burbuja de desesperación.
Muchos de esos diariamente se estancan en sus conocimientos y se han generado dilemas sobre si sus vidas en verdad necesitan de la educación, viendo esto reflejado en muchos jóvenes que han pausado sus aprendizajes educativos para tratar de ganarse la vida en algún empleo, lo que ha generado alta deserción escolar.
No podemos dejar de lado a los profesores, esta es la otra cara de la moneda de la educación, las personas a cargo de dirigir nuestros conocimientos y guiarnos en este camino, también son seres humanos que se han visto muy afectados. Son muchos los docentes que trabajan a la antigua sin tecnologías y el manejo de estas le ha costado mucho, adaptar su pedagogía a una era de tecnología es algo que para muchos es como empezar de cero; tanto docentes, como alumnos y padres se han visto afectados por esta pandemia que llegó en el peor momento, pues la educación del país va a paso lento.
Esta crisis atrasó el sistema educativo, que tiene una cantidad de baches, reflejados en muchas de las poblaciones colombianas, y su manera de ver la vida, generaciones que no progresan y se quedan en el pasado, que no tienen la oportunidad de cambiar el futuro a sus familias por la falta de oportunidades, que llegan hasta el nivel más bajo de educación porque ya no tienen cómo seguir avanzando y no les queda más alternativas que llegar a las calles, trabajar en lo primero que salga y olvidarse de poder crecer profesional y educativamente.
Por eso hoy en día la educación muestra el desequilibrio que se vive en Colombia en todos los ámbitos, solo que estos parten desde la educación y es la base fundamental para que un país crezca.
Un pilar fundamental en nuestro país se deteriora notoriamente, acompañado de la llama hambre de poder y corrupción que acaban día a día con la esperanza de cada una de las generaciones que pasan por este.
LAURA XIMENA CORONEL PINEDA
COLUMNISTA POLSO
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