MUERTE A LOS LÍDERES POLÍTICOS DE COLOMBIA
- Polso
- 13 oct 2021
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En Colombia se celebran los 200 años de la Constitución de 1821 firmada en Villa del Rosario, hoy parte del área metropolitana de la ciudad de Cúcuta. Son 200 años de vida republicana, donde se establecieron los derechos y deberes de los ciudadanos de la Gran Colombia, una ilusión y una esperanza democrática llamada libertad.
Expulsado el reinado español sobre las tierras neogranadinas, el Libertador Simón Bolívar consideró que no había madurez como Estado para poder tener todas las libertades, por lo que pretendía una supervisión y un control centralizado desde la capital. Estas ideas bolivarianas, el fracaso de la Gran Convención de Ocaña y la misma inmadurez política de la que hablaba el Libertador, desencadenó varios acontecimientos que terminaron en la disolución de la Gran Colombia, entre ellos el intento de homicidio a Simón Bolívar perpetrado el 25 de septiembre de 1828, hecho conocido históricamente como la Conspiración Septembrina.
De esta manera se daba muestra de lo que sería el actuar político en Colombia durante 200 años de historia republicana hasta nuestros días, el querer exterminar el pensamiento contrario aniquilando la vida de sus líderes y promotores; Simón Bolívar experimentó el abandono, la deslealtad y la traición, muriendo, no a manos de sus opositores en septiembre de 1828, sino por enfermedad el 17 de diciembre de 1830 en la ciudad de Santa Marta.
Así, se podría enumerar una larga lista de asesinatos de grandes líderes políticos y sociales en Colombia, aniquilados por sus ideas y pensamientos; en este escrito sólo se mencionan algunos de los casos más representativos a juicio del escritor.
Tirado en las escalinatas del Capitolio Nacional de Colombia, junto a Rafael Uribe Uribe mueren en 1914 sus ideas liberales enfocadas en un socialismo corporativo y sindicalista para el país; este abogado, periodista, diplomático, catedrático, pensador y militar colombiano, abogó de igual forma por los derechos del campesinado y la agricultura del país. El asesinato de Uribe Uribe, fue atribuido a dos ciudadanos ebrios que se encontraban en la Plaza de Bolívar, pero queda entre dicho el verdadero objetivo de su muerte, pues días antes del homicidio se rumoraba sobre un posible atentado contra su vida.
El 9 de abril de 1948 ocurre uno de los más recordados y trágicos acontecimientos políticos del siglo XX en Colombia, el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán Ayala, desencadenando el tristemente célebre Bogotazo, profundizando de esta manera las diferencias y los odios entre Liberales y Conservadores. 39 años después, el 11 de octubre de 1987 es asesinado Jaime Pardo Leal, abogado y político del partido La Unión Patriótica, quien había sido candidato presidencial en las elecciones de 1986.
El 18 de agosto de 1989 se perpetuó el magnicidio del candidato presidencial por el partido Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán Sarmiento, quien se enfrentó a la corrupción política permeada por el narcotráfico, en especial por el Cartel de Medellín liderado por Pablo Escobar Gaviria. De la misma corriente del nuevo liberalismo, fue también asesinado por sicarios del Cartel de Medellín en 1984, el ex ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien junto a Luis Carlos Galán pretendían un fuerte restablecimiento del control del Estado en contra del narcotráfico y a favor de la extradición de los miembros de los carteles de la droga.
La lista cruel y sangrienta continua en 1990 con los asesinatos de Bernardo Jaramillo Ossa, quien había asumido la presidencia de la Unión Patriótica después de la desaparición de Jaime Pardo Leal; Carlos Pizarro Leongómez fue asesinado siendo candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19 en el mismo año.
En 1995 fue asesinado el líder político conservador y ex candidato presidencial, Álvaro Gómez Hurtado, hijo del ex presidente Laureano Gómez. El 13 de agosto de 1999, grupos paramilitares acabaron con la vida del periodista, político y humorista Jaime Garzón, quien siempre mostró su postura, pensamiento e ideología sobre el país.
Estos asesinatos son una muestra de la falta de tolerancia, del descontrol emocional e irracional del colombiano, del irrespeto a la diferencia, del facilismo político, de la degradación del tejido social y el resultado de 200 años de historia republicana donde nos seguimos masacrando por el poder y las ideas políticas de quienes lo ostentan o pretenden hacerlo; seguimos en la Patria Boba de los Torres, los Tadeo, los Nariño, los Caldas. En Colombia se sigue asesinando al que piensa diferente, al que tratan de “facho”, “guerrillo”, “paraco”, “mamerto”, “fascista”, “tibio”, “petroñero”, “uribestia” entre otros calificativos que no le aportan en nada al debate político y a las libertades democráticas de nuestro país.
Nosotros no planeamos la muerte de nuestros líderes políticos y mucho menos apretamos el gatillo para cegar sus vidas, pero, así como en el pasado, seguimos alimentando los odios políticos y sociales del país, hoy en día con una herramienta mucho más peligrosa con la que no se contaba años atrás, el internet, se promueve la desinformación y el escarnio público sin sustento.
Hago votos para que la cultura y el pensamiento colombiano en torno a la política, tenga un giro hacia la tolerancia, el respeto, la sana convivencia y el derecho que tenemos todos de vivir en paz y armonía bajo este hermoso cielo colombiano.
MAGÍSTER LUIS MÁVER NAVARRO ESTÉVEZ
DOCENTE POLSO
COLUMNISTA
En los antecedentes se ve reflejado las estrategias política social en Colombia, que pena que no haya ni un poco de respeto por la vida y el libre pensar. ¡Viva mi Colombia! Es mucho más que narcotráfico y corrupción.
La violencia endémica ha tenido unas raíces muy profundas en nuestra sociedad colombiana. Ojalá llegue pronto el tiempo en que, la violencia y los asesinatos a líderes politicos, se puedan desnaturalizar.
200 años y no avanzamos, Colombia sigue en la época de violencia. El flujo de internet hace que podamos ser concientes de muchos más casos y demás, pero seguimos igual; se necesita un verdadero cambio cultural y un pensamiento de paz, como también un cambio en el Gobierno, que realmente se preocupen por el pueblo y lo respeten.