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Desde hace un par de años, hemos escuchado decir a especialistas del medio ambiente, que le queda poco tiempo a nuestro planeta, que el ser humano lo único que ha hecho es deteriorarlo, por culpa de las actividades económicas que realizamos y la poca responsabilidad social.
Cada vez son menos los países que conservan sus bosques intactos, la pérdida árboles tiene muchas causas, por ejemplo, en Colombia se acaba con la vida de un pequeño grupo de árboles, por culpa de la expansión para la siembra de todo tipo de cultivos, la ganadería, la minería ilegal; entre otras razones que no hace justificable que se esté acabando con nuestro hogar natural, solo por el consumismo.
En Colombia el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, se encarga de mantener vigilado los bosques para evitar la deforestación en todo nuestro espacio arbolado, pero ustedes se han preguntado ¿Qué es un bosque natural para Colombia?
La IDEAM señaló que para Colombia, el significado de boques natural era “la Tierra ocupada principalmente por árboles que puede contener arbustos, palmas, guaduas, hierbas y lianas, en la que predomina la cobertura arbórea con una densidad mínima del dosel de 30%, una altura mínima del dosel (in situ) de 5 m al momento de su identificación, y un área mínima de 1,0 hectáreas. Se excluyen las coberturas arbóreas de plantaciones forestales comerciales (coníferas y/o latifoliadas)”.
Estas zonas de amplia vegetación son protegidas por las leyes ambientales del estado, los colombianos cuentan con la ley 1021 del 2006 donde establecen los parámetros para tener un desarrollo sostenible forestal con la cual se dé la conservación de estos ecosistemas que albergan un sinfín de especies de animales que viven en esos lugares tan mágicos llenos de un suave aroma y un verde que resplandece con la luz del sol.
Por otra parte, La IDEAM expresó “el pico de deforestación en Colombia ocurrió en 2017, cuando las cifras del IDEAM señalaron la pérdida de casi 220 mil hectáreas en el país. En los siguientes dos años el Gobierno celebró que los datos mostraron una disminución. De hecho, el registro en 2019 fue de 158 894 hectáreas, un 28 % menor al de 2017. Sin embargo, en el nuevo balance presentado en rueda de prensa por el Ministerio de Ambiente, junto a otras entidades del orden nacional, se mostró un incremento del 8 % en el monitoreo del 2020.” Dando a conocer que hay departamentos de nuestro país donde la deforestación está más presente, en los que se encontraba Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo y Antioquia. Asimismo, las entidades ambientales deberían de tener el ojo puesto en estos lugares para verificar como se encuentra su conservación.
La deforestación nos afecta a todos, las consecuencias que ha traído la tala indiscriminada de árboles es un problema que abarca a cada individuo que existe, porque somos nosotros los que nos vamos a quedar sin los purificadores de nuestro aire, sin la sombra que nos cubre del sol, entre otras razones que hacen que los bosques sean de vital importancia.
En el mundo existe un bosque que por su gran extensión es considerado el pulmón del mundo y los latinoamericanos corremos con la suerte de tenerlo en nuestro territorio. La selva de la Amazonia cubre la extensión de países como Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Pero este lugar no solo es el filtro de nuestro aire, también es el encargo de la estabilidad del cambio climático a nivel mundial. Cuando hablamos del medio ambiente, hablamos de la vida de nuestro hogar, del sentido de pertenencia que tenemos hacia él, de la herencia que le dejaremos a las futuras generaciones, si el planeta será acto para vivir o no. Estamos en el momento exacto para detener la tala de árboles y para dar inicio a un cambio de mentalidad en el cual, nos enfoquemos por recuperar nuestro hogar para seguir proyectando un futuro de vida sostenible y equilibrado entre todos.
MARIA YULITZA BONET CARRILLO
COLUMNISTA POLSO
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