DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN COLOMBIA, UN TEMA DE NUNCA ACABAR
- Polso
- 25 nov 2021
- 4 Min. de lectura

El proceso de despenalización del aborto en Colombia sigue tomando nuevos giros, pero no es un tema nuevo ni mucho menos poco tratado que vuelve a salir a la luz, gracias a la demanda impuesta hace un año por la organización Causa Justa, quienes buscan que esta práctica sea legal en el territorio nacional. El pasado 15 de noviembre estaba previsto que la Corte Constitucional iniciara debate y obtuviera una respuesta el 19 del mismo mes. Pese a eso, a último momento el Magistrado Alejandro Linares radicó una solicitud de impedimento ante la Sala Plena de la corte que atascó de nuevo el desenlace de esta historia.
El debate del aborto en el mundo es un tópico que genera suspicacias y siempre opiniones encontradas y Colombia no es la excepción a la regla. En nuestro país esta práctica es permitida en 3 causales; violación, malformación del feto o riesgo para la vida de la madre, incluso si la amenaza se desarrolla ya avanzado el embarazo. Estas causales se despenalizaron en 2006, generando gran alboroto y malestar en miles de personas que mediante acciones legales han tratado de que se vuelva a penalizar esta acción en cualquier circunstancia, dentro de los que se destacan personajes de la vida pública como la Abogada Natalia Bernal y la Senadora María Del Rosario Guerra, del Centro Democrático.
A nivel mundial, los Estados están liberalizando sus marcos normativos sobre acceso al aborto Entre 1950 y 1985, prácticamente todos los países industrializados y algunos más, optaron por liberalizar su marco legal de acceso al aborto. En 1994, en señal de compromiso con la prevención del aborto inseguro, 179 estados suscribieron el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo. Tras este hito histórico, más de 30 otros países liberalizaron sus leyes sobre aborto y sólo un puñado las hizo más restrictivas.
Los países del hemisferio norte, incluyendo el centro y este de Asia, tienen en general las normas más liberales sobre el aborto. En contraste, los países del hemisferio sur tienden a ser más restrictivos. El Centro de Derechos Reproductivos señala que cerca del 39% de la población mundial vive en países con marcos normativos altamente restrictivos (donde el aborto se prohíbe completamente o se permite únicamente para salvar la vida o preservar la salud de la mujer). Además, 47,000 mujeres mueren cada año producto de abortos en condiciones inseguras según informa la Organización Mundial de la Salud. En Colombia se realizan 16.878 abortos legales al año, según cifras de 2018 de Profamilia.
El Centro de Derechos Reproductivos considera que es obligación de los Estados respetar el derecho humano de la mujer a tomar decisiones sobre su capacidad reproductiva, incluyendo su decisión de interrumpir o llevar a término un embarazo. En tal sentido, liberalizar las normas sobre aborto y destinar recursos a mejorar las condiciones de seguridad del aborto es un paso esencial para garantizar derechos fundamentales y salvar las vidas de miles de mujeres cada año.
Panorama en América
Argentina, Uruguay y Cuba son los únicos tres países que habilitan el aborto legal a petición de cualquier mujer embarazada, en cualquier circunstancia.
En Bolivia es posible únicamente por violación, incesto y salud mental. En Ecuador por violación. En Perú por la anterior razón, además del riesgo de vida para la mujer.
En América, Estados Unidos, Canadá, Guayana y Guayana Francesa igualmente despenalizaron la interrupción del embarazo.
Brasil no avala esta práctica, pero se permite para salvar la vida de la mujer en caso de riesgo, al igual que en Guatemala, Panamá, Paraguay, Venezuela y México.
En cuanto a las voces a favor a nivel mundial se pueden destacar las organizaciones feministas; como la Asociación Stop Violencias y su presidenta Vanessa Mendoza Cortés, quien señaló “Nuestro mérito es que no sólo no hemos guardado silencio, sino que hemos continuado nuestro trabajo”, esto con motivo a la persecución del Gobierno de Andorra a su persona, en donde le han generado multas de hasta 30.000 euros hasta amenazas de cárcel. Mientras que las voces en contra se pueden señalar a los autodenominados grupos “Pro-vida” quienes están en todas las esferas de la sociedad.
Se suscita el debate en Colombia
Aparte de la acción del Magistrado Liñán, es el caso de una mujer de 22 años que avivó el tema en Colombia, en Popayán, en el suroeste de Colombia, que escogió interrumpir su embarazo con el argumento, comprobado por médicos, de que sufría problemas mentales y no estaba preparada para ser madre.
Su exnovio, Juan Pablo Medina, se opuso desde un principio, protestó al frente del hospital, hizo campañas en redes sociales y ahora ha denunciado penalmente a la mujer, cuya identidad no se ha revelado públicamente, por el delito de homicidio.
Profamilia, la entidad privada que practicó el aborto, dijo que este caso entra en la última causal y que lo hizo en garantía de los derechos constitucionales de la joven, sin embargo, estas declaraciones no fueron suficientes para una amplia población del país que reclamó el hecho con vehemencia.
Personas como la senadora Guerra argumentan que esto viola el derecho constitucional a la vida: "La vida es sagrada porque es un maravilloso don de Dios, nadie tiene el derecho a decidir sobre ella, en este caso, ni siquiera la madre, porque ambos -madre y nasciturus- son seres diferentes, con su propio código genético", escribió en una reciente columna.
Legal o no, lo cierto es que esta práctica debe ser cuidada y protegida por el estado colombiano, ya que se ha demostrado que en países donde no es legal, los índices de aborto en mujeres son iguales de altos a aquellos donde si es permitido, lo cual significa que es una práctica donde es totalmente irrelevante si está autorizado o no, pero si está en riesgo de vida si no hay un tratamiento y acompañamiento adecuado.
ADRIANA LUCÍA NAVARRO GÓMEZ
COLUMNISTA POLSO
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