Titulares de un periódico de ayer
- Polso
- 25 mar 2023
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Por: Cecilio José Contreras Gil - Abogado
Desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, solo han pasado 7 meses y parece que hemos retrocedido a la década de los 90. Escándalos por reunión con narcos y el aporte de estos a la campaña del hoy presidente, el aumento de la inseguridad, el libre tránsito de los grupos narco guerrilleros por los pueblos, crisis económica, crisis social y casi la vuelta a la vida del nefasto seguro social. En estos pocos meses estamos viviendo en déjá vu con las noticias que se publicaron en aquella década tan sufrida para los colombianos.
Con las declaraciones de la ex esposa del hijo mayor de Petro, se abre en la política una herida vieja y que le costó al país un atraso significativo. Y es que los señalamientos en contra de Nicolás Petro y Juan Fernando Petro, hijo y hermano del presidente, por la supuesta aceptación de dineros provenientes de narcos condenados, es un calco de lo que se vivió con el gobierno de Samper. Ojalá que eso sea lo único semejante a aquel engorroso proceso 8000, y que no se arme un complot para que la impunidad reine, como se vivió en aquella época.
Es poco creíble que el presidente no conociera los pasos de su hijo y su hermano en la campaña que lo llevó a ser el jefe de Estado, pero ya las investigaciones dirán qué tan enterado estaba el entonces candidato presidencial de las reuniones con narcos y los beneficios ofrecidos a estos por parte de dos más cercanos colaboradores.
Otro punto que nos lleva a las páginas de la historia de los años noventa, es la reforma a la salud Petro-Corcho, y es que el avivamiento de un sistema fracasado como el tripartito, donde quienes ponen plata son el empleador, el trabajador y el estado, tuvo su oportunidad y fue lo más corrupto y lo peor para los beneficiarios del sistema de salud. Y es que de los tres que conforman este modelo, el único que incumplió su obligación fue el estado, dejando un déficit al entonces seguro social y una crisis de atención al usuario, teniendo como consecuencias la creación de un modelo como el de la ley 100 donde se buscó alejar lo más posible los recursos de politiqueros.
Aunque con grandes dificultades, el sistema actual de salud es mucho más beneficioso para todos los ciudadanos y esto se ve en cobertura, en acceso, en gastos de procedimientos y en reclamos, y es que para el debate nos ponen la cifra de 350.000 tutelas interpuestas por usuarios de las EPS, buscando reclamar algún procedimiento o medicamentos, y aunque si vemos ese número, se puede considerar bastante alto, pues este no llega ni al 1% en comparación al número de usuarios de la salud, teniendo en cuenta que somos 50 millones de colombianos.
Muchos fueron afortunados de no sufrir el miedo sobre las pescas milagrosas, las tomas a los pueblos por parte de grupos al margen de la ley y aunque estas prácticas ya fueron desterradas, la inseguridad, el fortalecimiento de grupos narco guerrilleros y la poca acción del gobierno actual para combatir el narcotráfico, nos ha hecho pensar que estamos en el año 2000 donde vivimos en un Estado casi fallido por culpa de la guerrilla y los paramilitares.
Este gobierno recién empieza y el atraso al que nos está llevando es para lamentarse. Esperemos que dejen algo funcionando en tiempo real, o que al menos no nos hagan pasar por la hora Gaviria, aunque ahora se llamaría la hora Petro. Todo siempre puede ser peor y más en la política.
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