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LA PEOR TRAGEDIA DE LA HUMANIDAD

  • Foto del escritor: Polso
    Polso
  • 21 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

El sector salud es atractivo para quienes quieren llenar sus bolsillos de manera incorrecta, arrebatando el derecho a gozar de una vida digna a una parte de la población colombiana, por eso, quiero pensar que es un mal sueño, del que todos vamos a despertar, que vamos a creer en los administradores de los recursos públicos. Asimismo, en los legisladores, porque personas con sentido social es el ideal para un pueblo sumergido en el miedo, obligado a seguir por el mismo sendero, el conservador.

“Las sociedades humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio” Octavio Paz. El cambio en la manera de pensar y actuar es lo que debe predominar en el país y en el mundo, desechando la justificación de lo que está mal hecho. Por el contrario, exigir servicios de calidad y sobre todo que se respete lo que es del pueblo y que constitucionalmente le corresponde, en esta ocasión, es la salud como un derecho fundamental, que el Estado debe garantizar con eficacia y cobertura desde las zonas céntricas hasta las periféricas.

Asegurando que llegue a todos los estratos sociales. Teniendo en cuenta, que en Colombia parte de la población vive en la pobreza, según lo indica el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). “En total son más de 21,02 millones de personas las que subsisten con menos de $331.688 mensuales”.

De modo que, esta porción de la población no puede pagar por los servicios de salud. A propósito, Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario afirma que tener 21 millones de personas con un ingreso menor per cápita, muestra una situación crítica que se debe atender. Estas cifras corresponden al 2020, pues, en el mismo año el proyecto de ley 010 fue presentado ante el Congreso de la República, pero fue aplazado por las observaciones que realizaron los movimientos sociales, en las audiencias públicas.

Las opiniones de académicos de la Universidad de Antioquia, sobre la reforma coinciden en que las condiciones del personal de salud no mejoran, tampoco, aspectos de la atención integral y el acceso a los servicios de los pacientes, otros puntos que se ponen en consideración en el documento son: amparo a las deudas de las EPS, el fortalecimiento de la red pública en servicios de salud y las aseguradoras como intermediarias, lo que conduce a una privatización de la salud, así, lo manifiestan los académicos de dicha Institución, excluyendo a los millones de habitantes que viven en condiciones de pobreza.

La suma de dinero aprobada por el Presupuesto General de la Nación es de $ 36,05 billones, estos recursos no son destinados en su mayoría para atender a los pacientes. “Los que han sido llamados “ricos” pobres de espíritu, de sentido de identidad y al parecer de humanidad hacia el pueblo” una afirmación de William Ospina que traigo a colación, frente a este gran flagelo.

El pueblo está inconforme y no es para menos, evidenciado en las manifestaciones a principios del año 2021, a sabiendas de que gran porcentaje de la población no tiene la capacidad para asumir los gastos en salud, al aplicar esta reforma mucha gente moriría. “Sin salud no hay desarrollo, y por ende como sociedad, como Estado, como empresas públicas o privadas, debemos proteger los sistemas de salud, de manera que se conviertan en elementos indispensables para garantizar dicho desarrollo” expresó, Andrés Ángel Arango, CEO adjunto para Colombia de Auna- un grupo de salud a nivel regional. (Tomado de la Revista Semana).

No se puede permitir que los representantes sigan engañando al pueblo, a través de reformas que no buscan un beneficio colectivo y la desviación de los recursos económicos hacia sus bolsillos, entre tanto, el voto popular es una herramienta esencial para saber decidir al momento de la elección, pero hay quienes dicen,” todos son iguales, nadie puede cambiar este país, porque si alguien es honesto le toca aceptar propuestas de los corruptos, de lo contrario, no puede seguir en el cargo¨.

Es algo que escucho a diario, lo entiendo y respeto, porque el escepticismo se impregna en la mente de los colombianos, cansados de tanta patraña y descontento por las acciones que realizan los gobiernos. Porque la corrupción trae atraso en todas las dimensiones de la vida, por eso, es la peor tragedia de la humanidad.

Aunque, muchos insistan en que el cambio no es posible, desde la comunicación le apostaré a fomentar en las personas valores, principios éticos, al igual, adquieran un pensamiento crítico sobre las problemáticas sociales que tanto daño hacen a la humanidad, para que así, se tomen las mejores decisiones y se actúe de forma correcta en beneficio de la sociedad. Entre todos, ustedes y yo, podemos lograrlo.


DIANA CAROLINA ARENAS CARRASCAL

COLUMNISTA POLSO

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