Hablemos de política…
- Polso
- 13 may 2022
- 6 Min. de lectura

Por: María Alejandra Gómez Peña
No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena. Martin Luther King.
La crudeza de la realidad colombiana no da lugar a que sigamos siendo apolíticos, no podemos ser indiferentes ante tanta injusticia; optar por estar en un estado de negación o simplemente ignorar lo que sucede en nuestro país, nos hace cómplices de quienes provocan la desigualdad y la violencia.
Impotencia y desilusión es lo que se siente cuando en algún momento en conversaciones se tocan temas políticos, al escuchar decir a familiares y amigos la expresión “yo no sé de eso, a mí no me gusta la política”. Es en esos momentos en que se evidencia el por qué el estado colombiano no quiere invertir en educación, en verdad no les conviene que pensemos, que despertemos, que nos convirtamos en personas críticas; capaces de analizar situaciones y decidir por nosotros mismos, a ellos definitivamente les conviene que sigamos con los ojos vendados, que comamos cuento de lo que vemos por televisión, periódicos y cadenas de WhatsApp, en donde con desinformar y con tergiversar los hechos se sustentan esos medios de comunicación o mejor dicho medios de manipulación al servicio de grandes grupos económicos y elites políticas.
Es importante que haya un despertar político, este debe iniciar desde las aulas de clase, un joven educado correctamente en el futuro será un miembro valioso de la sociedad, será alguien comprometido y capaz de defender sus derechos como individuo y los de su comunidad.
Para hablar de política es necesario que sepamos que es y cuál es su importancia.
¿En sí que es la política? La definición de política nos dice que es la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados con respecto a su economía y demás aspectos.
Aristóteles decía que la política es una forma de mantener a la sociedad “ordenada” con normas y reglas. La política se origina porque el hombre es un ser sociable por naturaleza, el Zoon politikón es un concepto creado por este filósofo griego; significa <<animal político>> o <<animal cívico>>, hace referencia al ser humano, el cual, a diferencia de otros animales, posee la capacidad de relacionarse políticamente, es decir crear sociedades y organizar la vida en ciudades.
El hombre por naturaleza es un ser social que convive con otros, solo puede alcanzar la justicia y el bien común a través del dialogo y la deliberación.
Anteriormente la política no era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino más bien de un examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos reales.
“La política se ha definido en relación con un conjunto de elementos de regulación territoriales y comunitarios, la política es una acción propia de un grupo humano que ordena su vida dentro de un territorio, dentro de cuyas fronteras se constituye como una comunidad nacional, esta comunidad logra su cohesión e identidad a partir de la política, hoy la globalización ha generado una alteración de la vida de las comunidades políticas, lo cual transforma nuestra comprensión de lo político”. Luis Javier Orjuela E. Universidad de los Andes, Colombia.
¿Por qué es importante participar? Los mecanismos de participación ciudadana son los medios a través de los cuales se materializa el derecho fundamental a la participación democrática, y permiten la intervención de los ciudadanos en la conformación, ejercicio y control del poder político.
¿Qué tanto participamos en política? Según datos de la Registraduría Nacional Del Estado Civil las cifras reflejan que a pesar de que el censo electoral creció de 1958 a 2010, en un promedio de 1.893.699 ciudadanos por cada elección presidencial, es decir en aproximadamente un 7.69% por periodo presidencial y en un 99.97% en los últimos 52 años, la participación política siempre ha fluctuado en el 56.52%.
Del mismo modo en los 52 años en los que los colombianos han designado Presidente de la República, el abstencionismo ha sido de alguna manera el ganador de los comicios electorales, pues pese a que la población aumenta y por ende el censo electoral, pese a que cada vez la Ley establece mayores garantías electorales como la Ley 1227 de 2008 de voto bajo techo entre otras, que facilita el acceso de los ciudadanos a lugares de votación más cómodos, en los que el agua o el sol no sean excusa para no acudir a la urnas o medidas como las recientemente aplicadas que benefician al votante en cuanto a las garantías para sufragar y en el tiempo que este debe invertir en ejercer un derecho amparado por la Constitución, la intervención de los colombianos en estas decisiones que afectan el país, siempre quedan en manos de los pocos que acuden a las urnas.
De acuerdo con el DANE, en Colombia hay 8 millones de jóvenes entre los 18 y los 26 años, el 16% de la población. Sin embargo, la Registraduría Nacional estima que en las últimas elecciones votaron solo 3 millones, lo que refleja una gran abstención de parte de los jóvenes. REALIDADES Y RETOS DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS JÓVENES EN COLOMBIA| julio 21, 2020.
Esos son solo algunos de los datos que reflejan la apatía política que existe en Colombia, pero ¿por qué sucede esto?, supongo que estamos un poco confundidos, no sabemos que creer o en quien confiar; siempre pasa lo mismo en campaña, los candidatos prometen el cielo y la tierra, pero una vez toman posesión de su cargo se olvidan del pueblo que los eligió; persiguen sus intereses dedicándose a pagar los favores políticos de quienes de forma dudosa financian sus campañas, no es de gratis que llegan al poder; tienen que recuperar cada peso que invierten. Este escenario se repite una y otra vez en cada proceso electoral, pero es que nosotros también somos culpables, cuando seguimos votando por los mismos ladrones de cuello blanco, que solo se aparecen una vez cada 4 años a ofrecernos tamales o cincuenta mil pesos por nuestro voto.
El momento oportuno de tomar una decisión contundente frente a como pensamos acerca del tema de la política es ahora, es preciso que reflexionemos acerca de ella, que no seamos indiferentes ante tanta injustica e inequidad, ser apolítico hoy no es una opción; el país se encuentra atravesando por serios problemas en todos sus aspectos, estos abarcan desde la economía hasta la polarización de nuestra sociedad.
Pese a la desconfianza que existe por la política colombiana, debemos olvidarnos de lo negativo de esta y empezar a verla de otra manera, es hora de que participemos y lo hagamos de verdad, que nos involucremos, que sintamos lo que el otro está sintiendo, que no pensemos solo en nuestro bienestar, sino que nos pongamos en los zapatos de las personas más marginadas por el gobierno, dejemos de tomar una posición desde nuestras comodidades o privilegios y miremos la realidad que muchos colombianos viven.
Hace algunos años en una clase de ética en mi universidad el profesor nos decía, que el mayor delito que puede existir lo cometen quienes se roban nuestros recursos públicos, cuantas vidas se salvarían si los políticos corruptos no se robaran nuestra plata. Según para él y también lo creo yo, ese delito es mucho mayor que un homicidio doloso, es que cuando se roban nuestros recursos lo que hacen es acabar con la vida y la dignidad, y es que por culpa de la corrupción millones de personas hoy pasan el día con un solo plato de comida en su mesa, hoy son miles de personas las que mueren esperando ser atendidos en un hospital o esperando la autorización de algún tratamiento en una EPS, hoy los niños y niñas están recibiendo alimentos en mal estado gracias al PAE y miles de ellos mueren por desnutrición en sus territorios, hoy las grandes multinacionales están destruyendo nuestros ecosistemas, nuestros paramos, acabando con la poca agua potable que nos queda, hoy están asesinando a nuestros lideres sociales y a quienes piensan diferente, hoy se está agudizando la guerra nuevamente, hoy están acabando con todo.
En nuestras manos está generar un verdadero cambio social, ¿Y cómo se logra? Participando.
Con todo esto, ¿Aún sigues pensando que no te gusta la política?
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