top of page

COLOMBIA: UNA ECONOMÍA SUBTERRÁNEA EMERGE Y UNA LEGAL SANCIONA

  • Foto del escritor: Polso
    Polso
  • 20 sept 2021
  • 4 Min. de lectura

Economía es disponer de recursos escasos para satisfacer unas necesidades básicas.

La economía colombiana tiene un enfoque capitalista, como caras del proceso de desarrollo y subdesarrollo. Esto facilitó el intercambio entre diferentes países de bienes, servicios y capitales, se permitió la libre competencia con otros mercados, generando ingresos con el pago de diversos aranceles e impuestos por ingresar los productos.

Dejando de lado el estado paternalista o proteccionista, esto nos ha dejado una cultura de exportadores, vendemos las materias primas y pagamos por el bien terminado, una cultura de apoyo a lo extranjero. La apertura económica inició el 20 de febrero de 1990, donde se modernizó el país a un modelo más liberal.

El Estado en Colombia que debe garantizar el bienestar social a todos sus ciudadanos , abandonó algunos de los 32 departamentos que conforman la nación, entre estos encontramos al Chocó, La Guajira, Cauca y el Catatumbo; lugares que parecen olvidados, no hay presencia de autoridades públicas, ni tampoco inversión social, estos recursos parecen no llegar nunca, esa plata parece irse de las arcas del presupuesto nacional a fondos privados, lo que hace que estas zonas sean vulnerables, por lo que es difícil salir de la pobreza .

El narcotráfico empezó desde la década de los setenta con los cultivos ilícitos. Entre las principales siembras se encuentran la marihuana, la hoja de coca y la amapola. Estamos en una economía subterránea que ha aumentado al pasar de los años, pues vivimos en uno de los países más desiguales de América latina, el salario mínimo mensual legal vigente está en $908.526, mientras otros tienen grandes concentraciones de capital, se infringe la ley porque esto genera mucha ganancia. El Boletín Técnico, manifiesta que el PIB está en el 40%. Hoy en día, la siembra ilícita es la fuente de ingresos de muchas familias campesinas que no pueden salir a vender sus productos por falta de oportunidades, educación, carreteras, puentes o no tienen acceso a comunicaciones ni forma de transportarlos.

Existen grupos criminales alzados en armas como el Clan del Golfo, el ELN (Ejército de liberación nacional) las FARC (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia) y los Pelusos, encargados de comercializar en el país y por fuera; esto no es nuevo, pues desde los ochenta, con la creación de los paramilitares para combatir la guerrilla empezó este fenómeno que parece un éxodo de no acabar, en los lugares que estos grupos ocupan demográficamente está presente la violencia y la afectación ambiental, además de eso, realizan el desplazamiento forzado a campesinos y minorías étnicas. Los grupos armados ilegales día a día se disputan el control de las rutas del narcotráfico, generando una guerra que parece no tener fin. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, 44.647 colombianos fueron desplazados en los primeros seis meses de 2021. Muchas familias se ven obligadas a abandonar sus hogares y dejar la tierra a estos actores armados para salvar sus vidas.

La minería ilegal es otro problema, la extracción de oro ocupa el 63% de la extracción con mercurio contamina los diferentes afluentes hídricos, así como la plata, platinos, esmeraldas, arenas y arcillas. En Chocó “Tan solo entre 2012 y 2013 las dragas que operan en esa región aumentaron en un 180 %. La extracción ilícita de minerales ha generado la degradación de alrededor de 64 mil hectáreas en once municipios”. Un negocio lucrativo que empobrece a los territorios más necesitados, estos no reciben las regalías para invertir en la comunidad, estas zonas no se vuelven a recuperar del impacto ambiental que sufren los ecosistemas. A raíz de este conflicto, los colombianos hemos tenido una imagen negativa alrededor del mundo, algo que muchas veces no permite que se realicen inversiones externas por miedo a que el riesgo parece ser muy alto por el gran poder de los grupos ilegales.

El mercado es uno de los mejores indicadores que funciona bajo dos variables: la incertidumbre y la confianza; a nosotros nos conocen por una economía ilegal, que nos ha costado superar para cambiar el prestigio.

En 2021 los colombianos hemos adquirido una deuda interna y externa que según el Banco Mundial está evaluada en US$157.523 US, así mismo, la reducción de la demanda energética ha hecho decaer el valor del petróleo, que es uno de las principales fuentes de ingresos en la exportación. Se espera una recuperación debido a la volatilidad de los precios. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que la economía colombiana creció 17,6 % en el segundo trimestre de 2021 frente al mismo periodo de 2020”, los sectores en crecimiento fueron edificaciones, industria manufacturera y de entretenimiento.

Soy colombiana y creo que es posible un cambio, aunque la historia está escrita y permanece en los libros. Una generación que sea responsable, debe ser la encargada de transformar su historia; no permitir contar a nuestros niños, que nos hemos gastado media década arreglando problemas que nosotros creamos. Educarnos para cambiar el transcurso de nuestro país, la economía es un motor fundamental, pero debemos empezar desde donde más nos duele, lo económico. Desde mi punto de vista debemos evitar tener miedo a los cambios, el gobierno puede crear políticas económicas más inclusivas y equitativas, que nos permitan hacer a un lado las diferencias que nos separan, recordemos que todos somos colombianos que si queremos una mejor nación debemos construirla nosotros mismos y ser generadores de cambio. Olvidar la polarización que nos ha segmentado y a partir de ahí unirnos en una sola voz por nuestra patria.



DANIELA PINTO BARBOSA

COLUMNISTA POLSO

댓글 1개


익명 회원
2021년 9월 20일

Excelente e interesante 👍

좋아요

Suscríbete para no perderte ningún post de tu interés 

¡Gracias por unirte!

© 2020 POLSO - Sociedad Política 

bottom of page